Abstract

Si bien son abundantes las versiones de obras de Shakespeare dirigidas al público infantil, es notoria la escasez de adaptaciones y representaciones de los clásicos aúreos para el público infantil y familiar. Recientemente, la compañía de teatro Pie Izquierdo ha intentado acercar la tradición dramática aurisecular al público escolar con adaptaciones de La dama boba y del auto sacramental El gran mercado del mundo (esta última en coproducción con el Festival Olmedo Clásico). El presente artículo examinará la construcción escenográfica y la manipulación textual de El gran mercado del mundo para acercar el auto calderoniano a la sensibilidad infantil.

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