Resumen

En este trabajo examinamos la narrativa de Ana María Fuster Lavin en su libro (In)somnio. Observamos que la violencia se manifiesta dentro de parámetros sensuales que advienen de un juego de falsedades que se sueñan y se inventan a sí mismos dentro de un espejismo propio. El eje central es la violencia, donde se observa un feminismo entrañado en los parámetros ideológicos del siglo XXI. Exploramos el concepto de "policía" o "del orden de los cuerpos" según lo define Fernández de Rota y entendemos que responde a una tradición que interroga en su proceso el principio de la veracidad literaria. A partir de lo filosófico que supera una posición feminista, elaboramos la violencia transmutada, la agonía del eros y el ludismo. Examinamos un neogotico desplazado hacia una conciencia de lo inconsciente, que se fulmina y se explora en medio de una psicosis citadina, ambivalente y distorsionada que crea un mundo insólito de miedo. Fuster recrea su veracidad desde la mentira, mientras delata un "determinismo de la conducta" exteriorizado en los parámetros de una moralidad ficcional. Por otro lado, nos fijamos en el aspecto de conciencia lingüística que se perfila en la autora. Usamos como marco la teoría del eros del filósofo contemporáneo Byung-Chul Han. Demostramos que su feminismo se plantea violando el reglamento del principio de veracidad narrativa definiéndose como una nueva poética del eros. Una poética voluntaria que nace del conflicto social, caótico y citadino que reemplaza las estratas míticas por una evidente metamorfosis del lenguaje narrado.

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